Quienes habitamos este país podemos hablar sin ninguna duda y llenos de convicción de lo maravilloso que es, así como de las tantas grandes cosas que tiene para ofrecerle al mundo. La gastronomía, la música, el arte, la historia y su gente son tan sólo el inicio de lo mucho que en México encanta a propios y a extraños. Sin embargo, no todo puede ser perfecto en nuestra comunidad, en la que se presentan día a día problemáticas o situaciones que ponen a muchos a pensar sobre la vida en nuestro país; mismas por las que nos cuestionamos ¿qué tan bien está vivir en México?

En el marco de la Estrategia Nacional de Educación Cívica para la Participación Democrática en los años de 2011 a 2015, se puso en la mesa para su análisis y posterior creación un informe país en el que se evaluara la calidad de la ciudadanía en México. A través de este informe se buscaba mostrar resultados que permitieran replicar o crear estrategias a beneficio de la democratización de nuestras comunidades, además del desarrollo de planes que permitieran mejoras en la vida en general de la población. Con el acceso a la información que se detalla en la investigación, los ciudadanos podríamos tomar decisiones respecto de la vida pública en nuestras sociedades, desde un panorama de más información y mayor transparencia.

Las conclusiones generales a las que llega el Informe país sobre la calidad de la ciudadanía en México del INE revelan un proceso incipiente de ciudadanización, y por ende, de democratización en el país, en el que las condiciones necesarias para su consolidación aún son precarias.

Las encuestas a partir de las cuales se elabora el informe permiten analizar datos relevantes en ámbitos que interesan e impactan directamente a la toma de decisiones en un terreno democrático como lo es el nuestro; estas secciones corresponden a:

• Estado de derecho y acceso a la justicia
• Vida política
• Sociedad civil
• Vida comunitaria
• Valores

No cabe duda de que es mucho el trabajo que se tiene que hacer en las materias antes mencionadas. En una democracia joven como lo es la mexicana, es necesario tomar medidas prontas pero eficaces que permitan la evolución de los terrenos para que estos garanticen una mejor sociedad. El involucramiento de la población es primordial en el objeto de garantizar un cambio y la equidad de oportunidades entre los que habitamos esta nación. Garantizar a todas y cada una de las personas la plenitud de ejercicio en sus derechos es también uno de los tantos objetivos del desarrollo de investigaciones de este tipo.

Algunos de los resultados obtenidos a partir del Informe País se ven reflejados en los siguientes datos:

Estado de derecho y acceso a la justicia

Una de las preocupaciones más acentuadas en los resultados es la desconfianza que tenemos los mexicanos para con las instituciones encargadas de velar por la protección de nuestras garantías; aunado a esto, existe un creciente sentimiento de inseguridad dentro y fuera del hogar. La comunidad considera que no sólo son los delincuentes quienes violentan su paz, sino que estos, a través de malos manejos han llegado a penetrar en la vida pública y las instituciones. Entre los datos más alarmantes podemos mencionar que el 68 % de la población con edad de 18 años o más consideran que vivir en su ciudad es peligroso o muy peligroso. Esto reafirma las creencias generalizadas de que el gobierno no sólo no le está cumpliendo a la sociedad en la disminución de estos márgenes, más bien nos trae la noción de que los está acrecentando.

Vida política

En una comunidad democrática sana, los ciudadanos deben más allá de votar, ser participes de la vida política y pública de su país. Proponer, escuchar, involucrarse y participar en la toma de decisiones y ejecución de éstas, no es exclusivamente parte de nuestros derechos sino de nuestras obligaciones como comunidad. En México tenemos un problema grande de abstencionismo y rechazo a la comunidad política, derivado de ello aparecen problemas como la nula o muy baja participación en grupos de la vida política, lo que incurre en un poco rotación de ideas y de figuras políticas; la falta de legitimidad y creencia en los gobiernos que encabezan nuestras comunidades, así como personajes que apuntalen el rumbo de las decisiones políticas y de gobierno en vísperas del cambio social.

Sociedad Civil

En las sociedades modernas la participación política no se resume a aquella que termina en únicamente en el ejercicio del voto. Existen formas y mecanismos que permiten a las personas involucrarse en la vida política sin que estas se den cuenta que lo están haciendo. Con la creciente ola de movimientos sociales en pro de la mujer, las comunidades LGBT, la restauración del tejido indígena y su inclusión a la vida de nuestro país, se ha abierto la puerta a la discusión sobre si estamos haciendo lo correcto para garantizar una vida equitativa en México. Años atrás esta necesidad de expresar y exigir al gobierno era casi imperceptible, si bien no hay datos concretos aún respecto del crecimiento en este involucramiento, es notorio y más que evidente.

Vida comunitaria

Uno de los muchos problemas que aquejan a nuestro país es el de la falta de interés de sus miembros por relacionarse unos con otros. Entre problemas de empatía, situaciones demográficas, culturales e incluso geográficas, se han perdido las conexiones de los individuos para con sus pares. México, de acuerdo con los resultados de la encuesta, es uno de los países de Latinoamérica que menor nivel membresía presenta. Es decir, un individuo no pertenece a ningún grupo de padres de familia, cuidado ciudadano o cual sea su interés, porque no siente o la necesidad de pertenecer o bien, no existen las condiciones para que se sume.

En el terreno de lo democrático es indispensable que sus miembros acrecienten su empatía y su interés por interactuar con sus semejantes. Es a partir del diálogo y la exposición que se generan nuevos movimientos y se abre el terreno de las ideas.

Valores

Gracias a los esfuerzos de grupos sociales, la educación, el acceso a la información y legislación en la materia, nuestro país está inmerso en una curva de aceptación y tolerancia respecto de temas que se consideraban tabúes o que ni siquiera eran planteados como discusiones. Los valores han presentado, de acuerdo con el Informe, un aumento en su ejecución, volviéndonos una comunidad más respetuosa y equitativa. Este aumento en la conciencia social ha traído consigo un ligero aumento en la aceptación y percepción de la democracia en México como la mejor forma de gobierno; no obstante, estamos lejanos de pisar el terreno de comunidades de primer mundo, en las que no cabe duda de que la democratización es la mejor de las vías para garantizar la equidad.

Múltiples son los beneficios de un estudio de esta magnitud, sin lugar a duda en el terreno de las ideas es donde más se reflejan los resultados de tan importante estudio. Es imperativo que se contemplen, analicen y ejecuten medidas que permitan encarrilar la sociedad hacia eso que nos está faltando. Datos tan alarmantes como la desconfianza a las instituciones o el desapego a la participación en el campo de la política y la democratización no tienen ningún sentido si no se planean estrategias que corrijan las brechas que aquí existen. Será nada más a través del trabajo conjunto entre individuos, sociedad y los entes de gobierno que se alcancen los estándares que nos permitan vivir una ciudadanía plena en derecho.

“La debilidad de nuestra democracia es directamente proporcional a la precariedad de nuestra ciudadanía”